
Endodoncia
How BioRoot™ RCS deviates from the classical recommendations for a hermetic seal -- and why that's a good thing!…
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Ya no es necesario temer las obturaciones de conducto radicular con la última generación de selladores biocerámicos hidráulicos.
Las endodoncias pueden ser motivo de estrés para todos los odontólogos, cualquiera que sea su experiencia. El procedimiento comporta numerosas dificultades, sobre todo durante la obturación del conducto radicular. Pedimos a endodoncistas que nos contaran su experiencia con las endodoncias en general, y con el procedimiento de obturación en particular, con el objetivo de conocer cuáles son los principales retos y cómo los afrontan los odontólogos para conseguir una obturación del conducto radicular de un modo más sencillo y sin estrés.
En la mayoría de las consultas de odontología se realizan endodoncias. Mientras que un endodoncista promedio puede llevar a cabo hasta veinte endodoncias por semana, o unas cuatro o cinco al día, la mayoría de los odontólogos generales realiza, por término medio, dos o tres endodoncias semanales.
Se preguntó a los endodoncistas de una muestra si se sentían cómodos al llevar a cabo endodoncias. Los resultados fueron sorprendentes. Aunque el 44 % afirmó sentirse «muy cómodo», también reconoció que se trataba de un procedimiento complejo y difícil que requería una amplia experiencia. El resto respondió que se sentía «hasta cierto punto cómodo» o «incómodo», lo cual significa que el 56 % de los endodoncistas, es decir, una mayoría de estos, tiene problemas al realizar las endodoncias y puede sentir estrés durante la intervención. Al hacer esa misma pregunta a los odontólogos generales, se observó que el grado de confianza en uno mismo para realizar este tipo de intervención es aún menor. No obstante, debe tenerse en cuenta que existen grandes diferencias entre los odontólogos, ya que, por ejemplo, algunos pueden sentirse cómodos con las piezas unirradiculares, pero no con los molares.
Aunque los odontólogos reciben formación en este campo durante sus estudios, el único modo de dominar la técnica es mediante la experiencia práctica y, en ocasiones, con una formación adicional. Como cualquier odontólogo sabe, el tratamiento de pacientes reales implica muchas más dificultades y la aparición de factores imprevisibles que no se encuentran en la seguridad del entorno académico.
Al realizar endodoncias, los odontólogos pueden elegir entre un gran número de técnicas diferentes. En una encuesta internacional realizada a odontólogos, se halló un patrón en función de la especialidad. Así, el 56 % de los odontólogos generales prefiere las técnicas en frío, mientras que la gran mayoría de los endodoncistas (el 84 %) utiliza preferentemente técnicas calientes.[1]
Con independencia de que se use una técnica en frío o caliente, las endodoncias son intervenciones largas: la duración media de la obturación es de diez minutos en el caso de las piezas unirradiculares y de veinticinco en el caso de los molares. A esto hay que añadir que algunos odontólogos prefieren tomar unas precauciones adicionales: por ejemplo, algunos endodoncistas prefieren realizar una radiografía de conometría y una única radiografía al final de la obturación, mientras que otros también llevan a cabo una obturación de la mitad del conducto, etc.
Según los endodoncistas, «una vez que se aprende y domina la técnica caliente, no es tan difícil de aplicar. Sin embargo, los odontólogos con menos experiencia o que realizan pocas endodoncias por semana tienden a elegir técnicas en frío porque presentan varias ventajas: son más rápidas, sencillas y rentables”. Además, los odontólogos familiarizados con los nuevos selladores coinciden en que la técnica de cono único y la obturación con selladores a base de silicato de calcio son mucho más rápidas que las técnicas de condensación lateral en frío, y los ensayos clínicos recientes han hallado que son tan eficaces como la condensación vertical caliente realizada con selladores convencionales. [2]
Las endodoncias ya presentan de por sí numerosas dificultades, como la preparación del conducto radicular y la apertura de la cámara pulpar. La limpieza, desinfección y preparación del conducto es un paso esencial de la intervención, ya que una desinfección inadecuada puede obligar a un retratamiento posterior como consecuencia de la proliferación bacteriana. Sin embargo, en este artículo vamos a centrarnos en la obturación del conducto radicular, por ser, según los odontólogos, uno de los pasos más complicados de las endodoncias, junto con la colocación de la gutapercha. Una obturación adecuada es esencial para el éxito del tratamiento: si la gutapercha no se coloca correctamente o si la obturación fracasa, por ejemplo, debido a la contracción del sellador, los endodoncistas deben llevar a cabo un retratamiento para solucionar los problemas derivados de la intervención anterior.
Son muchos los factores que pueden complicar las obturaciones: las características anatómicas del paciente, como unos conductos curvos, pueden dificultar en gran medida la obturación a los odontólogos, que deberán invertir un tiempo adicional en colocar la gutapercha y los conos para conseguir el mejor resultado posible. Un odontólogo mencionó en concreto la dificultad de obturar conductos muy grandes sin constricción apical. Otro odontólogo hizo referencia expresa a las características anatómicas: «En algunos casos, por ejemplo, cuando el conducto es curvo, es difícil colocar la gutapercha correctamente sin dañar la zona apical».
Los odontólogos también hablan de la falta de visibilidad, que puede afectar al grado de dificultad de la obturación; por ejemplo, cuando el odontólogo trabaja en zonas difíciles sin referencias visuales. Los odontólogos experimentados deben aprender a basarse en su sentido del tacto. Por otra parte, los medios de apoyo visual son caros y, por tanto, el coste también puede suponer un obstáculo para la realización cómoda de las obturaciones.
Además, incluso cuando lo realiza un endodoncista con experiencia, el procedimiento de obturación presenta múltiples riesgos, como las posibles fracturas debido a una compactación excesiva y el riesgo de extrusión del sellador. Un odontólogo recordó una experiencia de condensación lateral en la que un exceso de confianza casi termina en tragedia: la obturación prácticamente había entrado en contacto con el nervio alveolar inferior y «una extrusión mínima del sellador habría sido suficiente para dañarlo de manera irreversible».
Debemos preguntarnos, por tanto, cómo podemos mitigar los riesgos asociados a la obturación del conducto radicular y simplificar la intervención para que los odontólogos se sientan más cómodos en su práctica diaria.
Usando una tecnología patentada, Septodont ha creado un nuevo y eficaz sellador biocerámico tricálcico llamado BioRootTM RCS, que todos los odontólogos, tanto los generales como los endodoncistas, pueden usar en las endodoncias sin necesidad de una formación adicional. BioRootTM RCS se ha ideado para facilitar los tratamientos endodónticos, puesto que ofrece fiabilidad y una cementación de gran calidad, incluso con la técnica de obturación de cono único y con las técnicas en frío.
La obturación del conducto radicular con BioRootTM RCS es muy sencilla. Una vez que el conducto está preparado, limpio y seco, los odontólogos mezclan el producto y recubren la gutapercha con él, dispensándolo así en el ápice. En cuanto la gutapercha se fija al conducto, los odontólogos pueden colocar cualquier cantidad adicional del sellador que sea necesaria. La gutapercha se corta para finalizar la intervención. BioRootTM RCS no se contrae y actúa a la vez como sellador y como material de relleno, de modo que la gutapercha, además de servir como elemento portador, también facilita el tratamiento.
Al preguntárseles cómo podrían facilitarse las obturaciones, los odontólogos comentaron que un avance importante pasaría por facilitar los retratamientos. Los retratamientos eran, de hecho, bastante frecuentes con los selladores tradicionales. Sin embargo, los odontólogos que usan selladores biocerámicos bioactivos de última generación a base de minerales deben hacer frente a un número reducido de retratamientos en comparación con los selladores tradicionales. Pese a que se necesitan más estudios a largo plazo, un reciente estudio clínico retrospectivo analizó cientos de dientes tratados con un sellador biocerámico y una técnica de cono único a los treinta meses del tratamiento como promedio y halló una tasa de éxito general del 90,9 %. [3]
BioRootTM RCS presenta una fórmula bioactiva con un pH muy alcalino que inhibe la proliferación bacteriana. Su capacidad de sanar el área apical lo convierte en un candidato idóneo para la obturación que permite obtener resultados a largo plazo, reduce el riesgo de fracaso de la intervención y facilita el retratamiento.
En consecuencia, tanto si eres un odontólogo general que prefiere las técnicas en frío o la técnica de cono único, como si eres un endodoncista que busca optimizar sus obturaciones, BioRootTM RCS puede ayudarte a realizar las obturaciones de un modo rápido y eficaz y, por tanto, a un menor coste.
Survey commissioned by Septodont. How Comfortable Do You Feel When Performing Endodontic Procedures? Dentists Usage and Attitudes – Market Research. (2014)
Bardini, Giulia et al. “A 12-month follow-up of primary and secondary root canal treatment in teeth obturated with a hydraulic sealer.” Clinical oral investigations vol. 25,5 (2021): 2757-2764. doi:10.1007/s00784-020-03590-0
Chybowski, Elizabeth A et al. “Clinical Outcome of Non-Surgical Root Canal Treatment Using a Single-cone Technique with Endosequence Bioceramic Sealer: A Retrospective Analysis.” Journal of endodontics vol. 44,6 (2018): 941-945. doi:10.1016/j.joen.2018.02.019
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